Encontrar fruta roja en invierno es practicamente imposible. Bueno es posible pero a unos precios desorbitados. Para una cocina humilde con la mía, no iba a gastarme un dineral en una fruta para luego hacer mermelada.
Dentro de unos días publicare la receta donde use esta mermelada. Os cuento porque lo que iba a ser una fruta de adorno se convirtió en mermelada...
Pues bien, la receta del próximo día 31 es dulce y lleva esta mermelada como acompañamiento. En un principio la receta original nos muestra una foto monisima de la muerte con unos frutos rojos estupendos y unos higos que para que te voy a contar. Pero claro como estamos en invierno y en Alemania no saben lo que es un higo en condiciones... me las tuve que ingeniar para poder añadir algún fruto en el postre. Pensé en comprar fresas, así que me fui al super y... Sorpresa!!!!! 250 gramos costaban 2, 49 €. Descarte esa opción por completo. Como os podéis imaginar también descarte mirar cualquier otro fruto rojo. En el mismo pasillo estaban los higos, y nuevamente mi gozo en un pozo. Un hijo costaba 0,99 € y llevaba una extraña capa blanca que los recubría... pues tampoco.
Así que me fui para los congelados y allí encontré tres bolsas. Una de fresas, otra de frambuesas y otra de frutos del bosque. Después de pensar, decidí coger los frutos del bosque que seguro que quedarían bien.
Una vez descongelados, me di cuenta que eso no podría quedar bien. Así que opte por hacer la mermelada que os traigo ahora.
Vamos con la receta, aunque es muy sencilla
Ingredientes:
- 1 bolsa de frutos del bosque congelados (400 g.)
- 150 g. de azúcar
- 1 sobre de agar agar
Elaboración:
Primeramente dejaremos descongelar la bolsa. Cuando se haya descongelado lo pasaremos todo a un cazo, incluido su caldo y lo trituraremos bien.
Pondremos al fuego medio junto con el azúcar. Removemos bien y dejamos que cocine durante 15 minutos.
Vamos removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue al cazo.
Incorporamos el agar agar y lo dejamos que se cocine unos minutos mas y por ultimo le damos un hervor rápido para asegurarnos que el agar agar hará su trabajo.
Si queréis pasar la mermelada por un colador para quitar pepitas, podéis hacerlo. A mi como me gusta encontrarme trocitos lo deje así mismo.
Esterilizamos los botes y los rellenamos con la mermelada. Los cerramos bien y le damos la vuelta hasta que estén fríos. Así conseguimos hacerle el vacío.
Con estas cantidades a mi me han salido 2 botes medianos y uno chiquitin.
Espero que os guste.
Tienes la costumbre de preparar mermeladas caseras?