Creo que tengo amigas que puedo contar con los dedos de una mano e incluso me sobrarian dedos. Especialmente tengo una amiga que hace mas de 17 años que nos conocimos, en una casa de estudiantes. Desde entonces nuestra amistad a tenido altibajos, incluso periodos de tiempo donde no nos hemos hablado. Pero con el tiempo hemos madurado y hemos sabido alimentar la amistad para que quede intacta. Da igual el tiempo que no nos veamos o si nos comunicamos mucho, lo importante para nosotras es saber que nos tenemos la una a la otra. Que podemos ser igual de niñas que hace 17 años pero a la vez ser maduras y aconsejarnos cuando es necesario. Necesito abrazarla, olerla, escuchar su risa pero se que pronto eso pasara. Tambien ella lo desea igual que yo. Este verano no hemos coincido en Zaragoza por unos dias de diferencia, pero gracias a la visita a casa de su madre (mamina) y los abrazos y besos a su hermana, he podido tener un poquito mas cerca a mi querida amiga del alma. ...